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Bogotá tiene potencial: una agenda territorial con enfoque de género

Bogotá, noviembre de 2023

El 52% de la población en Bogotá es mujer y del total de mujeres jóvenes en Bogotá, el 32% son Jóvenes con Potencial (a diferencia del 28% para jóvenes hombres). Esta cifra significa que hay una brecha entre las oportunidades a las que pueden acceder las jóvenes mujeres vs. los jóvenes hombres y las razones de esto son diversas.  

En este marco, GOYN Bogotá en un reciente esfuerzo por posicionar la necesidad de atender las barreras y brechas a las que se enfrenta la población joven en Bogotá, lanza su cuarto informe de jóvenes con potencial: “ASPIRACIONES Y PRIORIDADES DE LA POBLACIÓN JOVEN EN BOGOTÁ”. En el informe se recolecta información que representa las diferentes perspectivas de las y los jóvenes con relación al acceso a la educación y la generación de ingresos. 

 Poniendo la lupa sobre la situación de la mujer, y las barreras y brechas a las que nos enfrentamos para poder transitar nuestro camino de la educación hacia el empleo, o a las oportunidades de generación de ingresos, es preciso resaltar que históricamente hemos visto como se mantiene una tasa de desempleo de mujeres superior a la media. Puntualmente, para las mujeres jóvenes que están presentes en el mercado laboral se registra una tasa de desempleo de 20,4% mientras que para los hombres es del 18,1%. Entre las principales razones que explican esta desventaja, se destaca, por ejemplo, la carga asociada a las labores de cuidado: 4 de cada 10 mujeres dedican más de 5 horas diarias a labores de cuidado, mientras los hombres solo 3. Esta sobrecarga de las tareas del cuidado en nosotras amplía las brechas entre mujeres y hombres a lo largo de la trayectoria hacia el empleo.  

La información proporcionada en el informe de GOYN revela que las mujeres, al asumir una carga significativa de responsabilidades relacionadas con el cuidado y el hogar, enfrentan desafíos que resultan en la deserción de procesos formativos. Estos desafíos se intensifican, en particular, durante la educación media. Además, en la fase de búsqueda y conexión con el empleo, estas dificultades persisten como una barrera constante debido a la falta de oportunidades flexibles en el horario de trabajo, sesgos asociados con la maternidad o la visión reproductiva, e incluso la tendencia a masculinizar o feminizar roles y cargos en sectores económicos específicos. 

Lo anterior nos invita a reflexionar sobre las maternidades y paternidades tempranas, siendo el 38% de las y los Jóvenes con Potencial, jóvenes que tienen hijos. De estos, el 70% tuvo sus hijos entre los 15 y los 20 años, concentrándose un 40% entre los 16 y los 18 años.  Esto da lugar a algunas preguntas abiertas: ¿en qué medida se están considerando las condiciones de vida de las y los jóvenes, especialmente de las mujeres, en las estrategias de formación y reconocimiento al momento de contratar?, ¿cómo estamos abordando esta problemática desde los procesos formativos y de acompañamiento a las y los jóvenes, especialmente en el manejo de estereotipos y comportamientos? ¿qué estrategias pueden contribuir a la mitigación de estas barreras desde el sector privado? 

Es importante aclarar que Bogotá ha liderado una apuesta importante para consolidar un sistema que les permita a las mujeres cuidadoras acceder a una serie de servicios que contribuyan a su desarrollo de habilidades y competencias, así como a la labor de cuidado a su cargo. Estrategias como estas han sentado un precedente importante en reconocer estas actividades que, durante años, además de no ser remuneradas, están acentuando la brecha de pobreza en las mujeres y nos deja relegadas a un rol en el hogar que se ha normalizado de manera cultural, fortaleciendo sesgos inconscientes e injusticias estructurales.  

No obstante, para poder cerrar la brecha de manera más efectiva, es necesario que trabajemos en hacer esfuerzos articulados en diferentes frentes. Algunas ideas para esto son: desde las áreas de gestión de talento humano revisar y adaptar los requisitos y características que se establecen a la hora del proceso de selección, adoptando una mirada más comprensiva de la situación real de las poblaciones, evaluando las opciones de flexibilidad horaria, trabajo remoto o híbrido; reconocer conocimientos previos que no estén directamente asociados a experiencia laboral formal; además, revisar y fortalecer los ambientes de trabajo, cultura organizacional y políticas de atención a situaciones de acoso, discriminación o violencia laboral. Todo esto, fomentando la consolidación de procesos que propendan por garantizar la equidad y la inclusión. 

Lo anterior, considerando que, según el informe, entre las principales variables que evalúan las y los jóvenes a la hora de buscar un empleo, además de la estabilidad laboral (siendo está la principal) y la remuneración económica, las mujeres jóvenes resaltan la importancia de contar con horarios flexibles (31%) y un buen ambiente laboral (29%).   

Ahora bien, el recuento y precisión de las barreras y brechas que eventualmente muchos hemos venido identificando con relación a las mujeres, tiene como propósito hacer un llamado a reconocer y darle la importancia que se merece a esta realidad, así propiciar un esfuerzo articulado entre el gobierno local entrante, el sector privado, las organizaciones de sociedad civil y la población en sí misma que busque abarcar la inclusión y diversidad desde una perspectiva de productividad y lucha contra la pobreza, permitiendo reducir con más determinación la brecha de género.  

Para nosotros, los informes de GOYN marcan una hoja de ruta que nos indica cuáles son las preocupaciones y situaciones de vida que enfrentan las y los jóvenes, de esta manera, emprender un camino donde a partir de la información y los aprendizajes de las soluciones implementadas hasta el momento, lleguemos a acciones concretas y efectivas para reducir la inequidad de género. 

Daniela Rivera Fernández 

Coordinadora Territorial

Gerencia de Educación y Empleo 

Fundación Corona

Acerca de Global Opportunity Youth Network

GOYN Bogotá es una iniciativa global que, desde el trabajo con actores locales, innovación financiera, intervenciones basadas en evidencia y la movilización del ecosistema, desde un acercamiento de impacto colectivo, busca mejorar el bienestar de los jóvenes de la ciudad, a través de la generación de oportunidades económicas, formación integral, participación y liderazgo. Actualmente GOYN Bogotá articula más de 45 actores del sector público, privado, ONG y formadores, entre sus miembros del consejo de gestión se encuentran: Fundación Corona, Accenture Colombia, Fundación ANDI, United Way Colombia, Cámara de Comercio de Bogotá, Fundación Bolivar – Davivienda, Fundación Santo Domingo, Compensar, ACDI/VOCA, ProBogotá e Invest In Bogotá.

Más información: Diana Franco – 3107702419 – Comunicaciones GOYN